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sábado, 24 de mayo de 2014

Capítulo XII: Silfos

Van recuerda haber visto luciérnagas por primera vez:

Van los contemplaba con el solemne temor respetuoso que había experimentado una noche de su infancia, cuando se encontraba perdido en el crepúsculo, al fondo de un paseo de cipreses, en el jardín de un hotel de Italia. Se había imaginado ver silfos dorados, o las quimeras errantes del alma del jardín...

Los Silfos, en la mitología, son espíritus elementales del aire. Están hechos de aire. Piensan y flotan. Son sutiles y evasivos. No se les puede alabar, alimentar o entusiasmar. Son seres exclusivamente del viento, del pensamiento y del vuelo. No es posible hacer que un silfo se preocupe por algo, pues la preocupación es una emoción.

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